Desde que los perros fueron domesticados, han pasado casi 30 mil años, según los los investigadores. Pero que el hombre y el perro se hayan relacionado durante tanto tiempo no significa que ninguno de los dos se haya cabreado con el otro. Seguramente tu perro se comió algún día el filete que te ibas a zampar hambriento o jugó con uno de tus libros hasta dejarlo como periódico para limpiar cristales. No saltaste de la dicha en esos momentos, ¿verdad? Pero, ¿te has preguntado por qué se enfada tu perro?

Los perros también se ponen cascarrabias, y en varias situaciones, puedes ser tú el que lo saca de quicio. Pero no te preocupes: puede haber otras causas que ni siquiera tienen que ver contigo. Si has llegado aquí, muy probablemente quieras conocerlas. Aquí te contamos entonces por qué se enfada tu perro.

Causas por las que tu perro se enfada

Para entender mejor su comportamiento, es importante tener en cuenta que la forma en que tu perro se relaciona con su entorno está condicionada por su salud física y mental.  Por ello, lo que enfada a tu perro puede estar asociado a su estado de salud en general. En otras palabras, un desorden en su psicología o en su fisiología pueden estar detrás de las causas por las que tu perro se enfada. Algunas de ellas son:

  • Psicológicos: miedo, posesividad o frustración.
  • Físicos: lesiones o enfermedades (como artritis, tumores o disfuncionalidad cognitiva).

Veamos entonces cada una de estas posibles causas que ponen de malhumor a tu perro con más detalle y cómo evitarlas.

Miedo

¿Recuerdas a Agallas, el perro cobarde? Pues bien, este personaje representa todo lo contrario a cómo se comportan la mayoría de los perros cuando experimentan miedo. A diferencia de Agallas, los perros casi siempre reaccionan con agresividad ante una situación en la que se sienten atemorizados. Por ejemplo, un movimiento que interpreten como una amenaza (aunque se trate de una caricia) o ver limitados sus movimientos por encontrarse arrinconados. 

Agallas, el perro cobarde gritando de miedo

Este es un comportamiento habitual en perros que han sido rescatados, pues muchos de ellos han sido sometidos a maltratos o a algún evento traumático. Por otra parte, la falta de interacción con su entorno también puede despertar en tu perro un comportamiento agresivo. Si tu perro no socializa con otros animales y personas, puede desarrollar fobias que lo harán irritable. 

Posesividad

En ocasiones, los perros se toman muy en serio la propiedad privada, y si no respetas eso, los vas a hacer enfadar. Basta con que te acerques a un objeto al que le den un valor importante para que los sientas gruñir, ya sea un juguete, su bol de comida o su cama. Es como si alguien se pusiera tus calzoncillos. 

Perro Ayudante de Santa gruñe enfadado

Lo mismo sucede cuando ven invadidos sus espacios. Por ejemplo, si reconoce que alguien está tocando su cojín o entrando a su casita, puede que proteste enfadado. Esto es incluso más patente cuando un extraño o, a veces, alguien que no vive contigo entra a tu casa, ya que para él tu casa es también la suya, por lo que tal vez va a interpretar que el visitante es un invasor. 

Lesiones o enfermedades

En varias películas de acción, si el protagonista está hospitalizado, se asegura de tener a la mano un arma por si los villanos llegan a fastidiarlo. En la vida real, los perros no se van a defender armados si alguien se pone pesado con ellos cuando están mal de salud, pero sí se van a enfadar.    

Brian Griffin herido

El dolor puede activar comportamientos agresivos en los perros, y ellos, efectivamente, lo viven cuando su salud se ve afectada por lesiones o enfermedades. Sin embargo, es importante tener en cuenta que tu perro puede sentirse físicamente decaído por diversas razones. Algunas de ellas pueden reconocerse con facilidad, como una lesión o herida; pero otras pueden derivarse de problemas más complejos, desde la artritis hasta tumores cerebrales o incluso disfuncionalidad cognitiva. 

Por si eso, si notas que está muy malhumorado, deberías descartar que lo que enfada a tu perro sea un asunto relacionado con su salud.

Frustración

Ante una situación frustrante, los seres humanos suelen deprimirse o lanzar improperios al cielo, o ambas cosas. Los perros, por su parte, se enfadan. Tal vez hayas visto el lamentable cuadro de un perro que intenta repetidamente acercarse a otro animal sin conseguirlo porque se encuentra atado o encerrado. Quizás también te resulte familiar el eterno concierto de ladridos a capela que la mascota de tu vecino ofrece a partir de la medianoche. 

Perro corriendo atado

Ambas situaciones representan escenarios de frustración para tu perro, ya que él se percata de que hay una barrera que no puede superar, pese a intentarlo una y otra vez. Esta frustración termina buscando otra forma de canalizarse y, por ello, convirtiéndose en otra de las causas por las que tu perro se enfada.

¿Cómo evitar que tu perro se enfade?

Con lo que te hemos compartido hasta ahora, queda claro que cuando tu perro se enfada con regularidad, algún problema con su salud puede estar induciendo ese comportamiento. Por lo tanto, es aconsejable que estés cuidando de su condición física, pero también psicológica, de la que te contamos más aquí. Para ello, te compartimos algunas recomendaciones:

  • Si tu perro se está recuperando de alguna lesión (por ejemplo, una fractura), evita cualquier acercamiento tuyo y de otras persona que lo haga sentir amenazado. Recuerda que el dolor puede hacerlo propenso al mal humor.
  • En caso de que tu perro ya tenga una edad avanzada y notes que se enfada con frecuencia, llévalo al veterinario para saber si detrás de su agresividad hay alguna anomalía cerebral o disfuncionalidad cognitiva. Aunque esta situación afecta más a los perros viejos, los que son más jóvenes no están exentos de ellos. 
  • Pasea a tu perro y llévalo a socializar, siempre teniendo en cuenta las normativas de seguridad caninas de tu país. Es necesario que tu perro pueda relacionarse de forma sana con otros animales y personas; de lo contrario, estará expuesto a episodios de frustración e incluso de miedo que lo harán irritable. Hay toda clase de planes que puedes llevar a cabo con tu perro. Si te gusta el senderismo o el mushing, en Rutas en Galicia para ti y tu mascota y en Deporte con perros te proponemos algunas opciones que sin duda disfrutarás con tu mascota. 
  • Para resolver el problema del enfado de tu perro por su posesividad sobre ciertos objetos, puedes intentar aplicar ciertas técnicas de reorientación conductual. Por ejemplo, si tu perro está custodiando un juguete que no permite a nadie más tocar, pídele que lo deje a un lado. Cuando lo haga, prémialo con algo que él pueda encontrar más valioso. Luego permítele tener de nuevo el juguete que había soltado. Repite el proceso con periodicidad con todo aquello que active una conducta posesiva en tu perro. Al cabo de un tiempo, tu mascota habrá aprendido que no necesita proteger sus cosas. 

Ahora que sabes por qué se enfada tu perro y cómo evitarlo, procura estar atento a su salud y, también importante, no te pongas pesado con él.

Perro ayudante de Santa mimado

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