El robo de perros es un problema muy grave a resolver. En España, la Asociación Española de Criadores de Perros de Raza se estima que más de quinientos animales son robados al año en el país.
Aprovechando cualquier oportunidad posible, los ladrones de perros buscan distracciones y casas vacías para llevarse consigo mascotas que forman parte de una familia y un hogar. El impacto emocional en los dueños por la desaparición de un integrante de la familia supone sufrimiento, estrés y tristeza profunda, así como una consecuente desconfianza e incluso miedo en la sociedad.
En el mercado negro hay mucha demanda de animales de razas específicas, un ejemplo es la demanda de galgos, chihuahuas, pastores alemanes… A veces, el hecho de tener microchip puede ser un salvavidas para identificar a tu peludo si ha sido sustraído. Estos procesos suelen ser muy complicados para quien intenta recuperar a su amigo fiel. Muchas veces el fin de estos robos implican cría y venta ilegal, así como demás objetivos ilícitos.
Notificar a la Policía, ayuntamiento, SEPRONA y la Red Española de Identificación de Animales de Compañía puede ser un muy buen comienzo. También es una buena iniciativa poner una querella en el Juzgado de Instrucción.
Legislación y protección animal frente al robo de mascotas
Existen casos en los que las leyes no tratan de forma debida el robo de animales con el peso que merece. La defensa de los derechos de los animales en ocasiones queda a la cola y, aunque cada vez son más reconocidos y vistos como seres sintientes, también son vistos como meros objetos de propiedad y las penas impuestas a los culpables de estos delitos resultan a la postre, más laxas.
Perros y otros animales han sido considerados bienes muebles en el Código Civil hasta 2018. Con la aprobación de una reforma en 2022, España dio un paso hacia adelante al reconocer a los animales como seres sintientes. Decisiones como estas implican más sensibilidad hacia su bienestar y derechos. Sin embargo, en la práctica, las sanciones por el robo de mascotas siguen siendo insuficientes.
La creciente incidencia de robos de perros en España pone de relieve la necesidad urgente de revisar el marco legal. Los defensores de los derechos de los animales abogan por un endurecimiento de las penas, junto un enfoque que reconozca el valor intrínseco de los animales más allá de lo económico. En definitiva, es más que visible que los españoles demuestran un creciente compromiso con los derechos de los animales- Nos encontramos en el momento de señalar el ahora como turno de la legislación para avanzar al mismo ritmo.