La asociación es a su vez refugio, rescate y gestión de adopción/acogida de animales. Todas las acciones que llevamos a cabo no serían posibles sin los voluntarios de los que se compone la asociación y sin las ayudas que recibimos de las personas que deciden apoyarnos.

Es una labor dura, requiere de mucho tiempo, esfuerzo y dinero, pero las vidas de nuestros animales bien lo merecen.

En el refugio siempre nos esforzamos por que nuestros perros estén en las mejores condiciones posibles. Nos aseguramos de que todos los días estén bien acompañados, alimentados y manteniendo un buen nivel de higiene en sus zonas de descanso. Su seguridad y bienestar es lo primero. Muchos llegan con malnutrición, falta de pelo, con heridas físicas o emocionales… Y ver cómo se recuperan y renacen nos da la vida.

Nunca hay cheniles de sobra, nos vemos siempre al límite de nuestra capacidad e incluso a veces con sobreocupación. En el refugio suele haber alrededor de 40 criaturas, todas con un corazón enorme y que requieren de su dosis de cariño y atención. Repartir el tiempo para que cada uno se sienta querido es difícil, y nunca será suficiente. Estos perretes necesitan una familia en la que sean el centro de todos los mimos y las caricias, y aunque los queremos mucho y a veces nos da mucha pena verlos salir de nuestras vidas, sabemos que a donde van serán tratados como reinas y reyes.

Nunca estarán mejor que en una casa donde reciban toda la atención que necesitan, pero mientras la encuentran, en el refugio los tratamos con el máximo cariño y cuidado.

¡La forma más directa de participar en el refugio es acudir como VOLUNTARIO/A!

Los voluntarios son muy importantes para este proyecto. Gracias a su ayuda, el refugio se ha convertido en un oasis para los animales que más lo necesitan. El cariño con el que los cuidamos es la mejor medicina para su recuperación de una vida traumática y dura.

Un voluntario es una persona que decide dedicar parte de su tiempo a realizar una labor solidaria a favor de los animales por la que no percibe ningún tipo de contraprestación económica, pero sí la enorme satisfacción de estar mejorando la situación de los animales abandonados y colaborando para que tengan una segunda oportunidad.

Ser voluntario va más allá de ayudar a limpiar y mantener a los perros. Si de verdad te apasionan los animales, ser voluntario te abrirá la mente y vivirás experiencias muy emotivas que quedarán contigo de por vida. Estarás ayudando a salvar vidas muy valiosas, y el amor con el que te dan las gracias nuestros perretes es lo más puro y sincero que vas a encontrar.

Ellos saben que los estamos ayudando, y para muchos es la primera vez que el ser humano les muestra cariño; ver cómo aprenden a confiar es una de las sensaciones más bonitas que existen.

REQUISITOS

• Disponer de vehículo o medios propios para subir al refugio (coche, moto…). Se sitúa en medio de la vega, acceso por camino de tierra, los buses más cercanos dejan en el centro del pueblo a 15 min andando.

• Ser mayor de edad (>16 años).

• Tener al menos una mañana o tarde disponible a la semana (hay que estar el turno entero, una hora no vale).

• Ser responsable y con ganas de ayudar. No debe olvidarse que tratamos con vidas que dependen de nosotros. En los turnos hay que terminar todas las tareas de limpieza, medicación y alimentación; sin ese trabajo, las condiciones de nuestros perros empeoran.

• No tener miedo de los perros. Parece algo evidente, pero hay gente que tiene cierto temor a algunas razas. Si estás en esa situación, aprenderás en el refugio que absolutamente todos los perros tienen un corazón enorme y están dispuestos a demostrarlo. ¡En el refugio no hay prejuicios y defendemos a todos los animales por igual!

Tú eliges cuántos días puedes dedicarte, si uno a la semana o varios. Entre los días que estés disponible, se te asignará un turno (de mañana o tarde) en un día concreto (o varios si quieres). Puede que cada semana te toquen días diferentes para cubrir el número de voluntarios o que vayas días fijos. Normalmente, los fines de semana son los turnos que más gente necesitan.

Algunas de las tareas que realizan los voluntarios son:

• Colaborar en las tareas del refugio (limpieza, alimentación, cuidados médicos, mantenimiento de las instalaciones…)

• Participar en eventos solidarios (mercadillos, campañas, etc.)

• Recoger donaciones

• Transporte de perros al veterinario, casas de acogida o adopciones.

En cada turno hay un “responsable de turno”, un voluntario/a con experiencia que te enseñará las tareas que hay que llevar a cabo y cómo realizarlas. Será la persona con la que quedes para subir al refugio y deberás seguir sus indicaciones en el recinto.